La problemática que atañe a todo el sistema universitario argentino y de la UNCUYO es la demora de los estudiantes en graduarse. En las carreras que duran cinco años, en promedio los estudiantes tardan un 90% más en recibirse. Ésto obedece a distintos motivos, varios vinculados con los itinerarios biográficos de los jóvenes que los van demorando en sus estudios. Otra dimensión está relacionada con que los planes de estudio que se encuentran diseñados para alguien que no es el estudiante actual, o para tiempos reales que son mucho mayores a los tiempos que se cumplen en esos cinco años.
Es por ello que desde la Secretaría Académica de la Facultad de Derecho se está realizando una revisión al interior del plan de estudios 2017 de la carrera de Abogacía para escuchar las voces de los distintos actores.
En una primera etapa se aplicó un cuestionario destinado a los diferentes claustros (docentes, estudiantes, graduados y personal de apoyo), acompañado de entrevistas en profundidad a fin de identificar núcleos problemáticos y proponer mejoras al respecto. En una segunda etapa se realizarán encuentros con docentes por área y año; a fin de promover a partir del diálogo y el encuentro, la articulación entre las asignaturas y la jerarquización de núcleos temáticos.
La Facultad de Derecho, comprometida con estas acciones, continúa trabajando por lo que es indispensable contar con la participación y compromiso de todos.
Programa de “sinceramiento” curricular
Desde la Secretaría Académica del Rectorado se han planteado una serie de proyectos. El más importante es el de sinceramiento curricular, una iniciativa que busca detectar las carreras con los principales problemas de demora, seleccionar algunas y empezar a trabajar en una propuesta —junto con todos los equipos de cátedras y los estudiantes— para conocer desde el punto de vista del estudiante, desde el itinerario real del alumno que atraviesa esa materia, cuánto tiempo real le demora cumplir con las obligaciones académicas.
La iniciativa tiene dos propósitos:
- Generará un informe que advertirá si los diseños curriculares tienen lo que se denomina el currículo oculto, es decir, aquellos aprendizajes que son incorporados por los estudiantes, aunque no figuren en el currículo oficial. El diagnóstico mostrará puntos críticos en distintos momentos de esas carreras que determinará como intervenir, qué es lo que habría que hacer en cada carrera y en cada materia. Esto va desde problemas con correlatividades, inconvenientes con materias excesivas en sus contenidos, hasta materias que exceden la cantidad de actividades evaluativas que deben tener.
- Esa tarea en talleres que se hace con docentes y estudiantes es en sí mismo un valor. Porque al visibilizar la problemática y trabajar el docente junto con el estudiante, ver su punto de vista y por lo que atraviesa, se empieza a trabajar en algo que es fundamental para cualquier cambio organizacional, que es cambiar el modo en el cual se percibe el problema.